sábado, 6 de junio de 2009

Dream Theater - Six Degrees Of Inner Turbulence (2002) - 8

Puntos altos: About To Crash, Overture, Dissapear, Blind Faith

Mi primer critica de este disco era malísima, asi que por el tacho se fue. Six Degrees Of Inner Turbulence es un curioso disco doble por accidente. Dream había hecho unas cinco canciones bastante largas, que sumaban más de veinte minutos. Su idea fue terminarlo con una suite, una canción épica de 20 minutos. El problema es que esta épica, titulada, precisamente, "Six Degrees Of Inner Turbulence", paso de durar 20 minutos a durar 40, así que la tuvieron que poner en el segundo disco.

No hay realmente cohesión entre ambos discos, y son dignos de ser analizados por separado. A pesar de ser notablemente largas, las canciones sueltas del primer disco entretienen por la mayor parte de su duración. Me pierden de a ratos, pero ese es un problema con el que yo personalmente tengo que lidiar con la mayoría de la producción de Dream post-I&W. Cosa que en cambio no sucede con la suite del segundo disco, que cada vez me gusta más y voy a nominarlo mi segundo disco favorito de Dream Theater (obviando a LTE).

Como suite, tiene bastante unidad, especialmente por la reutilización de diversos temas musicales y el hecho de que el primer track, el instrumental "Overture", haga un display de casi todos los temas musicales que se avecinan. Dicho eso, quizá sea por el hecho de que se encuentre separado por tracks y titulado, cuesta verlo como un solo tema (comparaciones con "Thick As A Brick" salen naturalmente). Lo que en mi opinión pone a la suite por encima de muchas cosas de Dream Theater es que es CONCISA: Me gusta de principio a fin (incluso ahora puedo tolerar el tema "The Test That Stumped Them All"), no hay partes muy flasheras, y en cambio los breaks instrumentales tienen todos un punto, son grosos sin ser ultra rapidos sin sentido. También es bastante orquestada, los teclados de Rudess estan por toda la suite, pero yo no me quejo esta vez. Very, very good.

Ya mencioné "Overture", pero el tema que le sigue, "About To Crash" debe de ser uno de los mejores temas pop de Dream Theater, con una melodía matadora, y algunos pasajes más oscuros a medida que la canción avanza. También puedo mencionar "Solitary Shell", que empieza con rasgueos acústicos y unos sintetizadores con fuertes reminisencias del tema de Yes "And You And I", aunque supuestamente es un plagio de un tema de Peter Gabriel, que no conozco (por ende no me importa). La suite termina con un acorde de sintetizador de dos minutos que supongo que pretende evocar al acorde de piano de treinta segundos de "A Day In The Life", pero por tonto que parezca funciona bien porque tiene un fadeout bien hecho. En sí, la suite es muy recomendable.

El disco primero, o el disco de "temas sueltos", no es tan satisfactorio pero es bastante bueno en merito propio. De las cinco canciones, probablemente la menos satisfactoria es "Misunderstood", que a pesar de algunos pasajes interesantes (el estribillo, la intro, la outro) no es muy recalcable en sus 9 minutos de duración. "The Glass Prison" y "The Great Debate", dos canciones de más de 13 minutos, son bastante entretenidas, aunque "The Great Debate" esta sobrecargada de samples en varios pasajes. "The Glass Prison" es puro metal, un tema bastante groovy y que no se hace tan largo, aunque no me parezca tan espectacular como a otros fans de Dream. Lo cual nos deja las dos mejores canciones de este disco, "Blind Faith" y "Dissapear". "Dissapear" es un tema medio atmosferico de piano con unos arreglos excelentes y absolutamente complicados, donde no se que es exactamente lo que pasa, pero lo que se es que el riff principal con tremolos es brillante. "Blind Faith" es sorprendentemente entretenida en sus 10 minutos de duración, con unas partes medio pop y una sección de jam que encuentro curiosamente entretenida, salvo por un solo de Petrucci que es demasiado flashero y un solo de organo de Rudess que se parece a los solos de Wakeman en "Roundabout" y en "Close To The Edge", pero sin la sustancia del tecladista de Yes. En sí, tenemos un disco muy bonito, muy entretenido, muy conciso, que se lleva un fuerte 8, pero sin ser 9. Muy recomendable.

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