sábado, 4 de julio de 2009

Sonic Youth - Experimental Jet Set Trash and No Star (1994) - 6

Puntos altos: Bull In The Heather, Screaming Skull, Sweet Shine

Adoro todos los discos de Sonic Youth desde Evol hasta Dirty, pero este implica el decline de Sonic Youth para mí. Es, sin duda alguna el comienzo de un nuevo estilo, un estilo que llevaría a la banda a diversificarse, alejarse de su formula preestablecida y a enriquecer sus tonos. Me encantan todas las texturas de guitarras de este disco, y la producción es más que buena. En teoría, esta nueva dirección no tiene nada de malo, y no lo tiene, por eso, en las primeras escuchas me pareció un disco muy interesante. El problema es que la banda, de ahora en más, dejara de volarme la cabeza con consistencia. Todo un problema.

Eso dicho, este disco ES una buena escucha. La primer canción es ACÚSTICA, y es bastante buena, como quien diria. El problema es que no es particularmente impresionante. He escuchado montones de mejores canciones acústicas. "Bull In The Heather" sigue, y es una de las mejores canciones de Sonic Youth: armonicos de guitarra simples pero efectivos que me hacen acordar a "Society Is A Hole", y tremendos ruidos de guitarra... muy similar a "Bad Moon Rising", mezclados con una canción de una extructura extremadamente atipica, pero que después de la quinta escucha parece lo más natural del mundo. Genio, y posee una linea de guitarra durante los versos que me llamó muchisimo la atencion a la primer escucha, así que es una canción de las que logra enganchar a la primera, pero solo se demuestra en su poderío más tarde. "Screaming Skull" es una canción estupida, supongo, solo un par de acordes y Kim Gordon diciendo nombres de bandas ("Superchunk", "Husker Du") en sus tipicas melodias vocales de una o dos notas, pero con un componente ritmico muy interesante y ruidos de guitarras excelentes y siempre cambiantes. ¿El resto de Jet Set? un monton de canciones simples, una suerte de punk pero con texturas interesantes. Pero el problema es que en la esencia, no son canciones particularmente interesantes (con excepciones como "Tokyo Eye" -que tiene una parte de percusion repetitiva por toda la canción-, o la bonita "Sweet Shine)". Obviamente, Sonic Youth es una banda suficientemente talentosa como para hacerlas funcionar aunque sea parcialmente, y por eso el disco tiene ese puntaje a pesar de cualquier crítica.

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