sábado, 4 de julio de 2009

King Crimson - Red (1974) - 10

Puntos Altos: Starless, Fallen Angel, Red

Mi primer contacto con King Crimson sucedió en la casa de mi tío. Revisando su colección de discos (que entre otras cosas, tenía Abbey Road), vi un montón de discos de una banda llamada King Crimson. Agarré los discos y mire la parte de atrás: Temas larguísimos, con subsecciones delineadas, y títulos etéreos como "In The Court Of The Crimson King". No los escuché, pero los ví. Cuando me metí en esto de leer críticas, descubrí que King Crimson era una de las bandas más importantes del rock progresivo, o como le decían en la Argentina, rock sinfónico, una banda rotativa liderada por el guitarrista Robert Fripp. Su debut, In The Court Of The Crimson King, es (teoricamente, puesto que no lo escuche, salvo dos canciones) el disco que define lo que es el rock progresivo. Este disco en particular, Red, tiene muy buenas críticas. La única crítica que vi que le diera menos que 9 era la de Robert Grazer en MJA, quien le dió "solo" un 8. Originalmente no lo iba a criticar porque Federico Fernández lo hizo antes que yo, pero no puedo no revisar en mi sitio web un disco que se merece, en mi opinión, un 10, además Fede le dió un 9 nomás (aunque después se avivó y lo subió a un 10 menor). Eso está, MAL.

Lo groso de Red es que, a pesar de lo intrincado que es, como disco de rock progresivo, es relativamente fácil de absorber y dificilmente te aburra. En mi primera escucha a los dos primeros temas, el primero para cuando llegó el final ya me había gustado el riff principal, y el segundo me voló los sesos. Son solo 5 temas en todo el disco (dura 40 minutos), y obviamente son largos y llenos de pasajes instrumentales, pero no aburren nunca! El primer tema es el instrumental "Red", lleno de riffs oscuros y maléficos (tocados con los tonos de guitarras más perfectos y sucios a la vez jamás conseguidos), con una sección del medio donde lo que parece ser un cello (pero en realidad es un bajo al que se le aplicó un arco) toca una tonada positivamente terrorífica. Aunque el tema se llama "Red", bien se podría llamar "Black", o simplemente "Hell"; este es un disco absolutamente OSCURO e infernal, incluso aunque los 5 temas son un tanto diferentes entre sí, mantienen una sensación similar, y es un disco extremadamente cohesivo, donde el total es mayor que la suma de las partes. Y con partes como estas, MAAMITA!

"Fallen Angel" se llama el segundo tema, y durante las primeras 5 escuchas pensé que era el mejor tema del disco. Es excelente: con una gran melodía vocal, algunos pasajes angelicales, algunos oscuros, más riffeos infernales (hay una increíble maestría del contraste aquí), toques jazzeros, el tema mata. Es una suerte de balada, mezclada con bronces furiosos y guitarras distorsionadas en el estribillo (mismos tonos perfectos de guitarra). Cuando el verso aparece por última vez, una linea de guitarra super aguda me arranca el corazon, y le escupe encima. Casi entra en mi lista de temas favoritos de todos los tiempos. "One More Red Nightmare" es el tercer track, y no es tan impresionante como los otros dos anteriores, pero se acerca. Tiene un riff basado en la escala tonal, que no es la gran cosa, pero que encaja perfectamente en la musica, y donde la batería responde a ese riff. Hablemos un poco de la batería. Bill Bruford toca en este disco, y es simplemente uno de los mejores bateristas que yo haya escuchado, y en este tema, se luce: las partes que toca vuelan cabezas, y utiliza montones de percusiones originales; en este tema en particular, utiliza una percusión de lo que parece ser una chapa de metal, y suena genial. Además de esa sección del riff tonal (o mas bien, atonal, por que la escala tonal no tiene mucha tonalidad que digamos, en mi opinión - si, ya se por que se llama tonal), hay una sección cantada con excelentes melodías y una parte jazzera con una guitarra de wah-wah, palmas, y otras cosas locas. Por si la descripción no se nota, rulea constantemente.

Y el cuatro track es tema de discución, porque verán, "Providence" es una improvisación atonal de 8 minutos, que para muchos es lo suficiente mala para sacarle puntos al disco. Federico Fernández dice que no encaja en el contexto del disco, pero no coincido: Tiene el mismo tono tétrico que aparece en el resto del disco (pero a la vez es distinta, si tiene sentido), es excelente, jamás escucharía un disco lleno de improvisaciones atonales como "Providence" (pero si la escucharía en este contexto - aunque me gusta tanto que quizá SI esucharía un disco entero de "Providences"), y, esto es lo más importante, fue HECHA para ser salteada. Sip, me oyeron bien: Fripp y compañía sabían que a algunas personas no les iba a gustar, y lo hiceron para que fuera salteada. Si no tenés ganas de escucharla, apretá el boton de next track. Obviamente, el lector perspicaz dirá: En 1974 la gente no podía andar salteando temas, ¡porque el CD todavía no había sido inventado! Sin embargo, el vinilo de Red tiene a "Providence" en el principio del segundo lado. Entonces, al momento de dar vuelta el lado, si uno no quería escuchar el jam atonal y poner directamente "Starless" (cosa que a veces pasa, pero no SIEMPRE), simplemente colocaba la púa al principio de "Starless" y ya. Algunos se escandalizarán de saltear temas, y dirán que un disco con un tema malo no puede tener un diez (aunque para mí es una improvisación excelente), pero VAMOS! Eso es rídiculo. Solo en casete ese es un problema. Si no estás de humor para escuchar todo "Providence", no la escuches y ya.

Porque el quinto track, MATA. Es uno de mis temas favoritos de todos los tiempos, básicamente es una bella balada los primeros minutos, y luego la canción se disuelve y Fripp empieza a tocar una nota en su guitarra, mientras el bajo distorsionado (por cierto, el bajo está distorsionado en todo el disco, lo que le da un tono MUY groso) empieza a darle con una base de bajo grosisíma, la guitarra a veces toca una nota más aguda, a veces una nota más grave, Bruford da muestras de una performance increíble, y la banda simplemente construye tensión y la canción explota. Es absolutamente excelente y vuela cerebros, alma y lo que carajo tengas ahí metido. Un cierre espectacular para un disco espectacular, cuyo único defecto que se me ocurriría encontrarle es que no es un disco para escuchar todos los días, como Abbey Road, pero eso poco importa. Red. Un diez más fácil, imposible.

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